Capítulo 6.

Narra Justin

Hoy me he despertado a las 10 de la mañana. Se me hace raro poderme despertar a la hora que quiera, ya que cuando estoy de gira o grabando me tengo que despertar a las 6 de la mañana. Me duché y me vestí. Bajé a tomar el desayuno y ahí estaba mi madre. Me sonrió y me dio un beso en la mejilla. Me senté en una silla y ella me puso un plato con dos tostadas delante.

-¿Qué vas a hacer hoy, Justin?- me preguntó. Me giré para mirarla.

-No sé, supongo que iré a buscar a Chaz, ya que Ryan estará durmiendo, y después... No sé, iremos a hacer skate o algo- dije con indiferencia comiendo.

-Oh, ¿irás a casa de Chaz?- asentí.- Genial, dile a ______ que venga, ayer no pudimos acabar de hablar.- Después de que dijera eso casi me atraganto con la comida. ¿______? ¿Por qué la tenía que nombrar? 

-¿Por qué no vas tu a buscarla, y así hablas con la madre de Chaz también?- dije molesto.

-Pues porqué yo me tengo que quedar aquí a limpiar y a cocinar para cierta persona- dijo mirándome enfadada- así que no me lleves la contraria.

Me levanté de la silla molesto y fui hacia la puerta. Cogí las llaves y salí de casa con un leve "hasta luego". Cerré la puerta y me dirigí hacia casa de Chaz, que no quedaba muy lejos. Cuando llegué piqué al timbre. Me abrió la madre de Chaz. Me estuvo preguntando cosas como "¿Cómo está tu madre?", "¿Todo bien?", "¡Cómo has crecido!", y, al fin, me dejó ir a buscar a Chaz. Subí las escaleras y me encontré con la puerta de la habitación de invitados medio abierta. "Ahí dormirá ______", supuse. Abrí la puerta y vi que no estaba. Entré a la habitación a cotillear, cuando oigo a alguien carraspeando detrás de mi.

-¿Se te ha perdido algo, Bieber?- me giré y la vi. Pero ¿qué llevaba puesto? La revisé de arriba a bajo sin disimulo. Iba solo con una toalla.- ¿Qué miras, estúpido?

-A ti, ¿qué no es obvio?- levanté una ceja.

-¿Qué haces aquí?

-Vengo a buscar a Chaz.

-Se ve que eres estúpido, ¿después de 18 años todavía no sabes donde queda su habitación?- Me acerqué a ella. Era demasiada tentación para mi. ¿Cómo se le ocurre salir solo con una toalla?

-Mira, nena- la acorralé contra la pared. Ella se quedó estática. Quería reírme, pero no podía si quería seguir con mi actuación.- No estoy para que te hagas la niña repelente, ¿de acuerdo?- le susurré en la oreja. Empecé a bajar hasta rozar nuestros labios.- No me digas lo que tengo o no que hacer, y por favor- la cogí de la cintura y la acerqué un poco más a mi cuerpo- intenta estar vestida para cuando yo venga, ¿vale? Eres demasiada tentación para mí.

Y con eso, la solté y me alejé de ella con una sonrisa en la boca. No había estado mal, para nada mal... Bueno, a lo que iba. Fui a buscar a Chaz a su habitación. ¿Qué hacía dormido todavía?

-Chaz, despierta- dije acercándome un poco a él. Ni caso.- Eh, Chaz- lo moví un poco y el gruñó.- ¿Con que con esas vamos, eh? Está bien.-Me metí en el baño y cogí un vaso que había, lo llené de agua fría y volví hacia donde estaba mi amigo. Intenté otra vez- Chaz, despiértate.- Volvió a ignorarme. Así que no lo pensé dos veces. Le tiré el vaso en la cabeza.

-¡Pero que haces, desgraciado!- dijo mi amigo mientras se levantaba de un salto de la cama mirándose el cuerpo empapado. Yo me estaba muriendo de la risa.- ¿¡Por qué lo has hecho?!

-No me has dejado opción, amigo- dije calmándome un poco- no te despertabas.

-Como dice mi prima, eres un estúpido.- Al escuchar eso dejé de reírme de golpe y lo miré.

-¿Qué?

-Eso, que eres un estúpido.

-No, ¿qué has dicho de tu prima?

-¿Estás sordo?- cada día _______ y Chaz se parecían más.- Qué dice que eres un estúpido.- Y después de eso se metió en el baño a ducharse. Yo como no quería esperarlo bajé a la cocina a hablar con su madre.

Narra __________.

¿Quién se cree ese imbécil? Entrar así a MI habitación y hacerme... eso. ¡Estúpido! Lo odio, lo odio con toda mi alma. Después de que me dejase ahí plantada, cerré la puerta con seguro y me vestí. Eso que había hecho Justin había hecho que me enfadara, y mucho. Me puse unos shorts y una camiseta corta. Bajé hacia la cocina, donde supuse que mi tía me había preparado el desayuno. Cuando llegué me acerqué a ella y le di un beso en la mejilla. Ella me sonrió y yo me senté en una silla. Me puso delante un vaso de leche y unas pastas. Empecé a comer cuando oí unos pasos en las escaleras. Me incliné un poco para ver quién era y vi al estúpido narcisista bajando. Me volví a sentar bien.

-¿Qué tanto interés por mí, _______?- me dijo sonriendo de lado.

-Me pensaba que iba a bajar Taylor Lautner, pero me equivoqué y apareciste tú.

-Yo soy mejor.- Solté una carcajada demasiado irónica.

-En tus sueños, guapo.

-No, en los tuyos.- Y me guiñó un ojo. Yo rodé los ojos. Justin fue hacia donde estaba mi tía y le dio un beso en la mejilla para luego sentarse a mi lado.- ¿Me has echado de menos, cariño?

-¿Yo?- lo miré. Él asintió.- Que va, he podido sobrevivir sin ti dos años, ¿por qué no podré una noche?

-Me gusta como vas vestida- me miró de arriba a bajo sin disimulo. Idiota.

-¿Alguien te ha preguntado tu opinión?- él sonrió de lado.- Y dime, Justin- me miró atento. Yo me metí una galleta en la boca.- ¿Cómo está tu simpática novia?- dije haciendo notar la palabra "simpática".

-Ah, ella está bien...-se acercó a mi oído- hemos pasado una noche perfecta.